Cadillac One

Bien hecho por la mujer. El auto de Obama debe estar siempre impecable.

Si  al avión presidencial se lo conoce como el Air Force One, a este auto lo podríamos llamar el Cadillac One. Desde su debut cinco años atrás, ha sido comparado hasta el hartazgo con un tanque de guerra. Y razones no faltan. Algunas comprobadas y otras no. Entre estas últimas hay que señalar el rumor de que cuenta con una protección especial  contra ataques bioquímicos o que está provisto de bolsas de sangre para transfusiones de emergencia. Mitos aparte, en la Casa Blanca al auto presidencial de Barack Obama se la conoce como  “La Bestia”.  Modelo 2009,  este Cadillac  -desarrollado por Chevrolet en exclusiva,  obviamente- recuerda a los modelos STS y DTS, pero con prestaciones de seguridad que lo suponen impenetrable,  además de un chasis y línea de transmisión afines a la camioneta Chevrolet Kodiak comercial. Por si alguno de nuestros electores tiene la posibilidad de postularse a la presidencia de los Estados Unidos, les decimos que el auto presidencial trae  ventanas y parabrisas fabricados con cristales a prueba de todo tipo de balas, puertas con más de 20 centímetros de ancho, una pantalla de cristal especial que divide la parte frontal de la parte posterior, equipada con un centro de comunicaciones con sistema de rastreo GPS, todo lo que lo distingue como el automóvil con las más sofisticadas medidas de seguridad.  Mide 5.5 metros, posee una estructura construida  de acero, aluminio, titanio y cerámica con un peso de alrededor de siete toneladas, además de tener un motor diesel de 6.5 litros con un rendimiento de 3.42 kilómetros por litro, capaz de alcanzar una velocidad de 100 kilómetros por hora. Y si la ruta no está en  óptimas condiciones,  no hay que preocuparse, pues está dotado de neumáticos anti-pinchazos,  así como de una defensa con cámaras de visión nocturnas y armas de fuego, pero sin dejar a un lado características especiales de comodidad. No vaya a ser que a la primera dama de los Estados Unidos,  Michelle LaVaughn Robinson Obama,  se le arrugue el vestido de fiesta.