Conductor

Ponerse el cinturón antes de arrancar es un buen hábito.

A lo largo de nuestra vida incorporamos una serie de hábitos que terminamos realizando de manera automática. Es algo que ocurre en todos los ámbitos en que nos movemos. Y el auto es uno de ellos.  Y si alguno de esos hábitos automatizados es positivo –como por ejemplo despertarse e higienizarse- hay varios de ellos que no son convenientes o pueden ocasionarnos problemas serios.  En el blog de mmexportimport.com pensamos en esto y hablamos con el experto  argentino en seguridad vial Mario W. Díaz de la Fundación Estrellas Amarillas, quien nos mencionó 5  acciones que muchos conductores realizan cuando se suben al auto y que pueden terminar provocando un accidente.

CONTESTAR EL TELÉFONO CELULAR.  Quien esté leyendo este post y nunca haya contestado el teléfono celular mientras  estaba conduciendo, que ya mismo frené y levante las manos.  En verdad, todos lo hacemos. Y al hacerlo, nos olvidamos los límites que esta acción nos produce. Tomen nota:

a) Nos reduce la capacidad de concentración en el manejo pues parte de nuestra atención se destina a la conversación que tenemos. Esto ocurre también si tenemos instalado un sistema de manos libres en el auto.

b) Al contestar quitamos una mano del volante y todos sabemos que para manejar un volante necesitamos las dos manos sobre él.

c) Al mirar la pantalla, aunque sea por unos segundos, dejamos de mirar la carretera. Un segundo puede ser fatal.

BEBER.  Muchos conductores dicen que conocen su capacidad de tolerancia al alcohol o que tienen “cultura alcohólica” pero está científicamente probado que la mínima ingestión de alcohol (dos copas de vino y una de champagne) reducen la capacidad de reaccionar ante un imprevisto, adormecen nuestros reflejos. Los expertos en seguridad vial lo denominan zona de alarma.

LA VELOCIDAD. Aunque muchos nos emocionamos con la velocidad que el auto que adquirimos puede alcanzar -200 o 280 kilómetros por hora- hay que ser conscientes de que en muy pocas oportunidades la podremos alcanzar, ya que existen los límites de velocidad.  Y estos están pensados para que todos los que circulamos por una carretera lo hagamos de manera coordinada, fluida. Además, no todos los autos no tiene la misma potencia.  Además, si conducimos a una alta velocidad (180 kilómetros lo es) esto significará que nuestra capacidad y tiempo de reacción ante un imprevisto se reduce a la misma velocidad.

PONERSE EL CINTURÓN DE SEGURIDAD.  Es uno de los componentes de lo que se llaman seguridad pasiva, un elemento pensado para protegernos cuando el accidente se ha producido.  Por lo que hay que ponérselo antes de arrancar el auto y no una vez que estamos manejando, como numerosos conductores hacen.

EL APURO.  Desplazarse en un auto particular es, en principio, más rápido que hacerlo en el transporte público. Lo que nos lleva a creer que con el auto llegaremos a cualquier lado en poco tiempo. Cálculo que muchas veces resulta erróneo. Y terminamos pisando a fondo el acelerador. Así que no hay que caer víctimas del apuro y salir con el tiempo suficiente para llegar a nuestro destino. Porque si no, podemos terminar causando un accidente.